Mi música


MusicPlaylistRingtones
Create a playlist at MixPod.com

miércoles, 30 de marzo de 2011

Noche en soledad...


Brotando de su propia sombra enmudecida por el silencio de la noche



Acarició las sábanas blancas empapadas de recuerdos y pasión.

Y allí estaba la presencia de su aroma, el sudor del delirio y la fogosidad

Abrazada al lienzo de su pesar, gimió sus penas amargas.



Enjugando sus lágrimas con rosas nacaradas

Trazó líneas paralelas al recuerdo y al olvido

Ya no recordaba su nombre, oía su voz en la lejanía

Ya no recordaba sus manos, sentía el ardor de sus besos



Enfurecida con su propia mente

Ahuyentando promesas y juramentos

Esbozó una sonrisa ante el miedo vestido con armaduras

Recordando palabras de amor que serían eternas




viernes, 25 de marzo de 2011

La hormiguita....

Soy una hormiguita, pequeñita y trabajadora. Me gusta colarme por todas partes, por eso de que soy chiquitita, puedo escabullirme e ir donde nadie puede hacerlo.



Siendo una hormiguita puedo ver el mundo desde abajo, ese mundo que a veces no entiendo y que aunque intente vislumbrarlo no lo consigo.


Cuando lucho por esos objetivos que me marco y no los consigo es cuando me encanta ser una hormiguita, ya que al ser tan diminuta nadie puede verme…es como cuando quieres esconderte.


domingo, 20 de marzo de 2011

Y por qué no?....

Como cada mañana sonó el despertador y sin ganas de nada, le dio un manotazo que salió despedido al suelo. Era lo que más odiaba, ese maldito timbrazo anunciando que se acabaron los sueños y había que volver a la realidad



La noche anterior pensaba cómo enfrentarse a él, no es que lo odiara pero no podía continuar con esa farsa


Susana era una chica alegre y le encantaba conversar, pero hacía tiempo que dejó de ser así para convertirse en un ser triste y sin apenas ganas de enfrentarse a la vida.


Se miró al espejo y tenía un aspecto horroroso, sus ojeras marcaban el cansancio que venía acumulando desde hacía días, pues apenas podía conciliar el sueño; en su mente sólo existía un pensamiento: cómo decirle a Marcos que todo había terminado después de cinco años juntos.


Durante la relación que mantuvieron fueron realmente felices, eran una pareja inusual, la envidia de muchos amigos. Nunca tuvieron una palabra más alta que otra y si algo le molestaba del otro lo hablaban con bastante tranquilidad.


Allí estaba, frente a una pequeña fuente, en la facultad. Sus ojos brillaban cada vez que la veía y eso la ponía enferma porque sabía el daño que podía ocasionar.


Se acercó lentamente pero con paso firme; él intentó darle un beso pero ello volvió la cara. Marcos, no se lo esperaba, le preguntó por su reacción y fue cuando ella comenzó a hablar.


_ Marcos, siento decirte que lo nuestro terminó, que esta relación ya no tiene sentido porque mi corazón lo ocupa otra persona a quien amo con locura.


Las lágrimas se le saltaron, no podía creer lo que estaba oyendo, más aún cuando hacía poco tiempo que habían decidido ir a vivir juntos. Tenían todo preparado y en pocos días realizarían la mudanza.


Susana, sin mediar palabra y habiéndoselo dejado claro, se marchó dirigiéndose a la biblioteca de la facultad.


Pero Marcos no terminaba de creerse lo que había oído y por ello fue tras ella. Y allí estaba, besando a Raquel en la boca y acariciándole el pelo.


Quizás eso fue lo que más rabia le dio, que lo dejará por una mujer.

P.D._Os invito a que reflexionéis sobre la última frase y entre todos expongamos las opiniones.

viernes, 11 de marzo de 2011

La barca....

Un mundo por delante, un mar sereno



Bajo los mantos astrales del inmenso océano

Mi barca navega sin rumbo asentado

Bañado por un cielo añil profundo



Halla tempestades, mares bravíos

No cesa su constancia y tesón

Mi barca, mi cimiento, mi apoyo

Pequeña, dócil, obediente; ella



Ahora reposas cansada

En la arena de la playa

Acostado tu manto en nubes de colores

Dormitas en el silencio de la orilla

Foto cedida por Nómada Planetario

sábado, 5 de marzo de 2011

Monólogo....

Creo que todos necesitamos algunas risas y pasarlo bien, por ello os traigo hoy (a falta de inspiración) un monólogo que me envió mi amigo Juan Carlos


Monólogo de Anabel Alonso







Las mujeres somos víctimas de un complot urdido por mentes perversas que se reúnen en un lugar secreto y deciden lo que ellos llaman 'tendencias de moda'.


¿Quiénes son?. ¿Cómo lo hacen?. Yo me imagino que llega Paco Rabanne y dice:


- 'Veo que este año se va a llevar el azul petróleo'.


Y saltan a dúo Victorio y Lucchino:


- 'Eso, eso. Y los jerséis sin mangas, pero de cuello alto, ¡y que se jodan!'.






¡Y date por jodida! Porque la moda no es una industria. ¡Es una secta dirigida por maricones! Y de esos seres que nos odian ¿qué podemos esperar?... Si nos hacen ir con estos pantalones que se abrochan en la rabadilla y nos hacen creer que vamos bien (Creo que lo hacen para que luzcamos esos ridículos tangas que tanto molestan). O con esos otros pantalones de pata larga que van limpiando las aceras.


¿Ustedes saben lo que son las fashion victims? Son las mujeres que han caído en sus redes y ya no pueden escapar. Esas que cuando se acercan a un escaparate, oyen voces en su cabeza: 'El poder de la moda te obliga', 'el poder de Dior te gobierna'.






Realmente, yo me di cuenta del poder que tiene esta secta cuando intenté comprarme un vestido rojo. Parece fácil, ¿verdad? Un vestido rojo. Pues no. ¡Porque las tiendas están en el ajo! Son las representantes de Dior en la tierra. Y, claro, llego yo, y le digo a la dependienta:


- Buscaba un vestido rojo.


Y me suelta:


- ¿Rojo? Este año no viene nada en rojo. Este año viene el azul petróleo.


- ¿Y eso rojo de ahí?


- Eso es la funda del extintor, pero si quieres te la saco.


¡Así es como empiezan las sectas: anulando tu voluntad! Porque, de repente, me veo diciendo:


- Vale, sácame uno azul petróleo de la 38.


Y, en ese momento, la dependienta me mira como se mira un Fiat Panda desde un todoterreno:


- ¿La 38? Tú estarás entre la 40 y la 42.


Claro, yo la miré a ella como diciendo: 'Y tu estarás entre gilipollas y tonta del culo'


Pero le dije:


- Perdona, yo soy una 38.


- No, si ya. Pero es que este año viene la 38 ceñida, ¿sabes?


Y es que ese es el segundo paso de la estrategia de la secta. Disminuir tu autoestima para poder dominarte mejor. Ahí, yo dije:


- Con esto no me pillan. ¡Yo me pruebo la 38 aunque me la tenga que meter a rosca!


Y, claro, te miras al espejo y ves lo que ves. Una morcilla. Una morcilla azul petróleo.






Y digo yo: si en todo el mundo un metro es un metro y un kilo es un kilo, ¿por qué la talla 38 no es siempre la talla 38? Tú vas al Carrefour y la talla 38 se la puede poner King África y, sin embargo, te vas a Versace y la 38 no se la pone ni Melody.






Total, que hice lo que hacemos todas: llevármelo. Sí, porque pensé lo que pensamos todas: 'Así me obligo a adelgazar'. 'Me obligo a adelgazar.'


¿Seremos idiotas? A las dos semanas te estás obligando a regalárselo a tu sobrina. ¡Es como comprarte unos zapatos del 34 para obligarte a que te encoja el pie!






Pero es que ese es otro de los síntomas de que estás entrando en la secta:


someterte voluntariamente al sufrimiento físico. Aunque, a veces, cuando todavía no estás abducida del todo, consigues tener un momento de lucidez y decir: 'No, no me lo llevo'. Y, entonces, esa enviada del mal que es la dependienta te dice la frase definitiva:


- Llévatelo, no seas boba, ¡que lo puedes devolver!


¡Y lo compramos! Como lo puedes devolver... Eso es como comerte un trozo de moqueta: ¡como lo puedes devolver!






Así que volví a casa con mi vestido azul petróleo de la 38. Me lo pongo y le pregunto a mi marido:


- ¿Como me queda?


- Pequeño.


- ¿Si? ¿Me marca mucho?


- Te va a hacer llagas.


Ahí me dije: 'Anabel, modérate. Esta es otra prueba. La secta de la moda quiere que rompas lazos con tu entorno'. '¡No, no van a poder conmigo!'.


Me lancé a la calle y no paré hasta que encontré el único vestido rojo que quedaba en toda la ciudad. Cuando lo vi, dije: '¡Me lo compro! ¡Que le den a Paco Rabanne !. Y que Victorio le dé a Lucchino .... ' ¡Ja! Y salí de la tienda triunfante, con mi vestido rojo. Pero la alegría me duró dos escaparates.






Es algo que nos pasa a todas las mujeres. De repente, se te viene el mundo encima: 'Coño, ¿y qué hago yo con un vestido rojo, si este año lo que se lleva es el azul petróleo?' Oye, que no pude pegar ojo en toda la noche.


Tuve unas pesadillas... Estaba yo en una misa negra, atada de pies y manos, y los grandes gurús de la moda, rodeándome como en Poltergeist: 'Anabeeeelll. Veeen hacia el glamouuuuur.'


Total, que me desperté, empapada en sudor y dije: '¡Vale, está bien! ¡Me rindo!' Me unté entera con vaselina para que me entrara el traje, y me presenté en la boda de mi amiga Jessi, vestida de azul petróleo.


Cuando llegué a la iglesia me encontré con que íbamos todas iguales...Allí había más azul petróleo que en una playa del golfo Pérsico. Ahí te das cuenta de que te han captado, has entrado en la secta, y a partir de ese momento honrarás a Victorio y a Lucchino, no nombrarás a Chanel en vano y amarás a Dior sobre todas las cosas.






















PD.¿Alguién me puede explicar qué coño es el color 'azul petróleo'?? Tardé siglos en comprender que las cosas pueden ser de color buganvilla, no me jodáis ahora con el petróleo, por favor!!!!







miércoles, 2 de marzo de 2011

Miedo...

Recorría, como cada día, el camino que le llevaba al trabajo. Soñaba con amaneceres, prados verdes y el azul del mar.



Ella era así, sensible y emotiva, soñadora e imaginativa, locuaz y divertida.


Sonó el teléfono y atendió la llamada pero no era nada grato. Una voz intermitente le trasmitió una mala noticia.


Quiso calmarse, reflexionar antes de sacar conclusiones, pero lo cierto es que no podía controlar sus nervios.


Se paró un segundo, cerró los ojos y respiró hondo para atrapar esas fuerzas que le estaba faltando. Poco a poco fue recobrando la certeza y se dijo así misma que tenía que tirar hacia delante.


Fueron días de angustia, incertidumbre e indecisiones.


Una vez en el hospital estaba aterrada, todo le resultaba ya familiar porque no era la primera vez que pasaba por un quirófano, aunque seguía teniéndole un miedo incontrolable.


Quería salir corriendo pero el sueño se apoderaba de ella y, sin darse cuenta, se quedó dormida.


Al despertar, sintió una mano que la agarraba fuerte, miró pero no vio a nadie. Seguro que era él, se lo había prometido.


Ya había pasado todo, ahora quedaba lo peor.


Y siguieron los días de inquietud, intranquilidad y preocupación

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...